viernes, 17 de diciembre de 2010

Volcanología riesgo y aventura


Intenté escapar, corrí lo más rápido que pude, ya no podía sentir mis piernas, lo único que sentía era el calor, el calor de la zona, me abrumaba hasta los pensamientos, mi cara sudorosa y mi piel ardiendo, no podía ser buena señal. Me topé con muchos árboles, o al menos lo que quedaba de ellos. Mientras corría por mi vida, giraba mi cabeza con rapidez, no quedaba nadie en ese lugar, muchos cuerpos inertes en el suelo. La pena me agobiaba, sentía esa extraña presión de ayudarlos, pero no podía, ese instinto de supervivencia me lo negaba.


Todo comenzó hace exactamente 6 meses atrás. Antes de todo creo que debería presentarme, mi nombre es Elizabeth Connors pero todos me dicen Liz, tengo 17 años y soy una alumna ejemplar de la universidad de Arkansas, desde pequeña me interesó mucho la ciencia, descubrir el porqué de las cosas, eso me llevo a estudiar Volcanología, lo sé suena un poco fuera de lo común, pero mi vida, es así. Pero bueno, creo que los estoy aburriendo un poco, iré al grano, ya voy en el 4to ciclo, y mis profesores me recomendaron que visitara un volcán de ese modo aprendería directamente como estudiarlos. La mayoría de las personas dicen que la volcanología es un trabajo muy riesgoso y mortal, pero a mí me gusta tomar riesgos. Ahora estoy en el avión y me dirijo sigilosamente al volcán más grande del mundo el Mauna Loa ubicado en Hawái.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Estrellas fugases

habia una vez una historia de una linda princesita
que queria llegar a la luna trepando por las estrellas
subió y subió. Las estrellitas se encariñaron tanto con ella,
que cuando llego a la luna, y tenia que bajar, 
la princesita no sabía cuanto la iban a extrañar, por eso,
decidieron bajar cada cierto tiempo a visitarla a la tierra y entonces 
se le denominaron estrellas fugases.
De ese modo siempre podremos recordar la linda historia de la princesita